Una buena botella, de vidrio, un excelente tapón de corcho natural, un etiquetado sencillo pero muy informativo, un vino ecológico, una variedad no habitual (Monastrell) en las tiendas, un precio ajustado (2,49 euros) -precio mantenido a lo largo de un lustro- y un vino más que bebible, hacen de Altoranza (marca de Aldi elaborada por Bodegas Luzón) una compra muy recomendable.
¿Le cuadran los números a la bodega? Confiemos que si, en beneficio de los consumidores.
Lamentablemente Bodegas Luzón se suma a las empresas que como tal se acaban en su puerta al no indicar sus puntos de venta. ¿Qué sucederá el día que un comprador de Aldi decida dejar de comprarles? ¿No se podría usar la ubicuidad de su presencia para reforzar la marca y el resto de puntos alternativos? (Ver reflexión sobre el tema de los puntos de venta)
Desde el punto de vista de Aldi no es tan positiva mi opinión general. Altoranza es el único vino que me interesa de su restringida oferta y el único que me motiva a entrar. Una oferta de vinos limitada, sin cambios a lo largo del tiempo -una virtud si el vino es bueno y un defecto si no es intererne en su relación calidad/precio-
Otros productos suyos son excelentes y entro exprofeso por ellos, pero en conjunto el número de referencias que me interesan es pequeño. Los carros salen semivacios en general, en comparación con las grandes superficies de referencia.
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