Soy de quienes se sienten abrumados por el exceso de publicidad y los modos prepotentes de muchos cocineros.
El cocinero y sus maneras es el corto plazo. Los productos y sus productores es el largo plazo.
Quizás el sector del vino consigue en algún productor esa atención mediática excesiva, que como consumidor me hace huir de los productos del encumbrado.
Carles Abellán que ha perdido su estrella Michelin dijo recientemente sentirse cansado de cocinar para las élites y ha cambiado su público objetivo.
La situación es tal que un restaurante que ha ascendido a esa primera estrella como Tresmacarrons de El Masnou se sorprende de que se lo hayan concedido debido a su adscripción a una cocina de tradición y de valoración del producto y del productor
Una valoración interesante de las puntuaciones de la Guía Michelin la da José Carlos Capel
Una situación que siempre me lleva a la reflexión se refleja en el siguiente vídeo:
La 'bronca' de Arzak y Adrià por una anchoa
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