Así que el trabajo es encontrar productos autóctonos alternando entre los productos de producción propia, las grandes superficies y las tiendas locales:
De producción propia pusimos higos de Castellolí, mermelada de higos y moras, tomillo y laurel de Sant Llorenç de Munt, tomate del huerto familiar-recuerdo a la cantante Björk calculando con orgullo el alto porcentaje de sus alimentos que era capaz de producir su familia-.
Las "galtes"-carrilleras de cerdo-son una carne habitual en Girona pero no tanto en Barcelona y hubo que encargarlas a la tienda local de prestigio, Lleonart, y el pan de una cadena industrial O'Pan que elabora un muy buen pan vendido como "barrot" y con buena conservación
El queso de postre era uno de los productos con prestigio y gran éxito comercial en la última década en Catalunya, un "Nevat" de la quesería Can Pujol en el Maresme. Una tarta casera con harina de almendras y café con miel de Ca N'Alzina completaron la comida
Recurrimos a los productos asequibles y que tenemos en nuestro alrededor. La elección podría haber sido diferente pero el gran problema es que no existe variedad de oferta, se repiten en las tiendas marcas comercialmente fuertes y muchos productos no tienen calidad suficiente -cada vez se me hace más dificil por ejemplo ofrecer un buen embutido, Mercadona dejó de vender la Torta de Casar, uno de los quesos que ha supuesto una recuperación de la tradición con el cuajado con flor de cardo y así tantas carencias que hacen que uno deba realizar excursiones lejanas para encontrar ciertos productos -
Tina nos trajo su contribución eslovena con dos vinos:
Un Villa Brici Merlot de la denominación Goriška Brda, con un diseño moderno y un Laški rizling - Italian riesling de la bodega eslovena Ljutomercan d.d.
Una visita rápida la de Tina que renueva nuestra añoranza por la manera de vivir y la gente de Eslovenia
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