Dos textos recientes de análisis de la distribución de alimentos me han llevado a pensar de nuevo en que el sentido común es la base de cualquier acción empresarial y por tanto humana
El primer texto titulado ¿Hacia dónde va la distribución? Las principales tendencias de cara al próximo año me chirría por el plazo en que plantea su perspectiva, ¡un año!
El segundo texto, La bolsa de dinero donde atacan las cadenas, aporta datos estadísticos que puedo creer pero la filosofía que aparece en el texto no responde en mi opinión a como se debe encarar la distribución de alimentos. Hablar de "“Aunque sigue cayendo su cuota de mercado, este canal seguirá siendo una bolsa de dinero a la que atacará la distribución, especialmente en las categorías de frescos” muestra una actitud de no servicio al consumidor que a medio/largo plazo lastrará a las empresas que la practiquen
El sentido común nos lleva a pensar que somos parte de un todo con muchas individualidades
El sentido común nos lleva a saber que nuestra actividad empresarial se justifica por su utilidad para el cliente -y mejor añadir para el territorio, el país, la naturaleza, la humanidad,.... es decir, juntar la acción económica a una perspectiva global positiva que nos justifica como empresa y como personas
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